Partida de Cthulhu
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Damobra
Maska
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Re: Partida de Cthulhu
¿Cómo va el tema? ¿Faltan personajes por hacer?
L0cC0- Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 12/04/2010
Localización : Zaragoza
Re: Partida de Cthulhu
En un arranque de sinceridad, ¿no serías capaz de darnos la ficha rellena? Es que me da una pereza tener que aprender para rellenarla... Prefiero centrarme en la ambientación y el modo de juego.
Por favor..... Me puedes elegir la tetona o la monja que vimos en el simulacro que hicimos de Arkhan Horror.
ya dirás...
Por favor..... Me puedes elegir la tetona o la monja que vimos en el simulacro que hicimos de Arkhan Horror.
ya dirás...
Tanis- Mensajes : 259
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Mmm, me habré explicado mal.
Solo tenéis que darme una profesión, y yo os hago la ficha.
Solo tenéis que darme una profesión, y yo os hago la ficha.
Maska- Mensajes : 289
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Pues te había entendido mal. Y tras ver a Locco pensaba que había que hacer a todo.
Me he liado.
Pues la monja y así juego lo que no pude el viernes noche.
Me he liado.
Pues la monja y así juego lo que no pude el viernes noche.
Tanis- Mensajes : 259
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Mmmm, ¿asumo que la monja tiene profesión Clérigo (o sacerdote, vamos)?Tanis escribió:Pues te había entendido mal. Y tras ver a Locco pensaba que había que hacer a todo.
Me he liado.
Pues la monja y así juego lo que no pude el viernes noche.
Maska- Mensajes : 289
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Precisamente la primera acepción de profesar es "Manifestar o aceptar una creencia religiosa",
Si quieres cambiarlo por sacerdote me vale.
Si quieres cambiarlo por sacerdote me vale.
Tanis- Mensajes : 259
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Me refiero a que, a efecto de reglas, la profesión que más le pegaría es la de sacerdote, pero que será una monja y podrás llevarla como tal.Tanis escribió:Precisamente la primera acepción de profesar es "Manifestar o aceptar una creencia religiosa",
Si quieres cambiarlo por sacerdote me vale.
Necesitaría un nombre, una fotico, y la habilidad adicional que quieres que tenga tu monja.
Los demás, Benigno, Ripcurl y Damobra, también podéis ir mirando lo mismo. L0cC0 ya tiene su ficha completita, y no me gustaría demorar la cosa demasiado.
Maska- Mensajes : 289
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Nombre: Stuart JJ Bronson
Edad: 52
Profesión: Diletante
Habilidades: Crédito, Equitación, Escopeta, Habilidad Artesanal, Habilidad Artística, Otra Lengua, *, * (elijo Cabezazo y Charlatanería).
Tiradas de Atributos: Prefiero que me las haga el amable master
Ripcurl- Mensajes : 178
Fecha de inscripción : 14/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
No soy muy bueno aproximando edades, pero juraría que el tío de esa foto tiene bastante más de 52 años :P
L0cC0- Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 12/04/2010
Localización : Zaragoza
Re: Partida de Cthulhu
Por desgracia, debido a que en mi camino se han cruzado innumerables veces las artes oscuras no aparento la edad que tengo.
Ripcurl- Mensajes : 178
Fecha de inscripción : 14/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Bien, este quiero que sea mi personaje. No me voy a molestar ni en cambiarle el nombre...
Nombre: Lucas Corso. Basado en el personaje homónimo de "El Club Dumas" para trasfondo y personalidad, para estética usaremos la que Polanski le dio en "La novena puerta".
Edad: 45 años
Profesión tipificada: mmm... creo que deberías decidirla tú, Maska. Porque es un cruce entre anticuario e investigador. Como el L0cco ya se ha cogido al 'madero' creo que al mío podría darle un giro más intelectual, quedándome con anticuario. Que el dé los puñetazos, yo me especializaré en estafar viudas que quieren vaciar el desván de 'todos los libros viejos sin valor que tenía el pobre abuelo'.
Eso sí, alguna vez me he visto saliendo por patas o perseguido por algún matón contratado por un rival, ergo debo saber disparar una pistola (cosa que he hecho alguna vez, por desgracia, en defensa propia) y usar una navaja (cosa que tuve que hacer, por desgracia, bastantes veces en mi atribulada juventud).
Entonces mis habilidades serán... Buscar Libros, Descubrir, Habilidad Artesanal, Habilidad Artística, Historia, Otra Lengua, Regatear, *.
Habilidad Artesanal: restauración de libros. Incluye el tratar cubiertas, restaurar encuadernaciones y, SOBRE TODO, hacer legible páginas que a primera vista no son más que una mancha marrón.
Habilidad Artística: falsificación. Firmas, caligrafía, tipografía, sellos... Dame tu partida de nacimiento y en una semana te devolveré dos, a ver si eres capaz de distinguirlos. Mi especialidad es 'fabricar' libros y documentos antiguos, pero puedo producir un carnet de biblioteca, una autorización judicial para entrar en una propiedad embargada, una recomendación de un decano para acceder a los fondos bibliográficos de una Universidad...
Historia: especializado en historia contemporánea de Estados Unidos... y como hobby, el Emperador Napoleón.
Otra lengua: latín.
Habilidad a elegir: la que te parezca más adecuada para saber pelear con navaja. Cualquiera puede coger una pistola y apretar el gatillo, a tres metros es difícil fallar al bulto. Pero cortarle los huevos a un coolie repleto de opio que lleva un trinchante es difícil de la hostia.
Si has leído el libro, cosa que supongo has hecho, ya tienes el personaje claro. Si no, dímelo y te hago una reseña.
Nombre: Lucas Corso. Basado en el personaje homónimo de "El Club Dumas" para trasfondo y personalidad, para estética usaremos la que Polanski le dio en "La novena puerta".
Edad: 45 años
Profesión tipificada: mmm... creo que deberías decidirla tú, Maska. Porque es un cruce entre anticuario e investigador. Como el L0cco ya se ha cogido al 'madero' creo que al mío podría darle un giro más intelectual, quedándome con anticuario. Que el dé los puñetazos, yo me especializaré en estafar viudas que quieren vaciar el desván de 'todos los libros viejos sin valor que tenía el pobre abuelo'.
Eso sí, alguna vez me he visto saliendo por patas o perseguido por algún matón contratado por un rival, ergo debo saber disparar una pistola (cosa que he hecho alguna vez, por desgracia, en defensa propia) y usar una navaja (cosa que tuve que hacer, por desgracia, bastantes veces en mi atribulada juventud).
Entonces mis habilidades serán... Buscar Libros, Descubrir, Habilidad Artesanal, Habilidad Artística, Historia, Otra Lengua, Regatear, *.
Habilidad Artesanal: restauración de libros. Incluye el tratar cubiertas, restaurar encuadernaciones y, SOBRE TODO, hacer legible páginas que a primera vista no son más que una mancha marrón.
Habilidad Artística: falsificación. Firmas, caligrafía, tipografía, sellos... Dame tu partida de nacimiento y en una semana te devolveré dos, a ver si eres capaz de distinguirlos. Mi especialidad es 'fabricar' libros y documentos antiguos, pero puedo producir un carnet de biblioteca, una autorización judicial para entrar en una propiedad embargada, una recomendación de un decano para acceder a los fondos bibliográficos de una Universidad...
Historia: especializado en historia contemporánea de Estados Unidos... y como hobby, el Emperador Napoleón.
Otra lengua: latín.
Habilidad a elegir: la que te parezca más adecuada para saber pelear con navaja. Cualquiera puede coger una pistola y apretar el gatillo, a tres metros es difícil fallar al bulto. Pero cortarle los huevos a un coolie repleto de opio que lleva un trinchante es difícil de la hostia.
Si has leído el libro, cosa que supongo has hecho, ya tienes el personaje claro. Si no, dímelo y te hago una reseña.
Damobra- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 16/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Descripción del personaje sacada del propio libro y un poco adaptada:
Siempre me ha fascinado este personaje, eterno perdedor que siempre gana. Confío en que le crees una historia a la altura de sus capacidades.
Nos leemos!
Conocí a Lucas Corso cuando vino a verme con La Divina Comedia
bajo el brazo. Corso era un mercenario de la bibliofilia;
un cazador de libros por cuenta ajena. Eso incluye los dedos
sucios y el verbo fácil, buenos reflejos, paciencia y mucha suerte.
También una memoria prodigiosa, capaz de recordar en
qué rincón polvoriento de una tienda de viejo duerme ese
ejemplar por el que pagan una fortuna. Su clientela era selecta
y reducida: Los más adinerados y oscuros bibliófilos de América y Europa,
y una veintena de libreros de Nueva York, Chicago, Boston, Whashington, Los Angeles,
Londres Milán, París,Barcelona o Lausana, de los que sólo venden por catálogo, invierten
sobre seguro y nunca manejan más de medio centenar
de títulos a la vez; aristócratas del incunable para quienes pergamino
en lugar de vitela, o tres centímetros más en el margen
de página, suponen miles de dólares.
Chacales de Gutenberg,pirañas de las ferias de anticuario, sanguijuelas de almoneda,
son capaces de vender a su madre por una edición príncipe; pero
reciben a los clientes en salones con sofá de cuero, vistas a Central Park o al lago Constanza,
y nunca se manchan las manos, ni la conciencia. Para eso están los tipos como Corso.
Se descolgó del hombro una bolsa de lona y la puso en el
suelo, junto a sus zapatos Oxford sin lustrar, antes de quedarse
mirando el retrato enmarcado de Rafael Sabatini que tengo
sobre la mesa de despacho, junto a la estilográfica que utilizo
para corregir artículos y pruebas de imprenta. Eso me gustó,
pues las visitas suelen dedicarle poca atención; lo toman por
un viejo pariente. Yo acechaba su reacción y observé que sonreía
a medias al sentarse: una mueca juvenil, de conejo al cabo
de la calle; de esas que captan de inmediato la benevolencia
incondicional del público en cualquier película de dibujos
animados. Con el tiempo supe que también era capaz de sonreír
como un lobo despiadado y flaco, y que podía componer
uno u otro gesto según lo exigieran las circunstancias; pero
eso fue mucho más tarde. En aquel momento resultaba convincente,
así que resolví arriesgar un santo y seña:
—Nació con el don de la risa —cité, señalando el retrato—…
y con la sensación de que el mundo estaba loco…
Lo vi mover despacio la cabeza, con gesto lento y afirmativo,
y experimenté por él una simpatía cómplice que, a
pesar de todo cuanto ocurrió después, aún conservo. Había
sacado de alguna parte, escamoteando el paquete, un cigarrillo
sin filtro tan arrugado como su viejo gabán y sus pantalones
de pana. Le daba vueltas entre los dedos, observándome
a través de las gafas de montura de acero torcidas sobre la nariz;
con el pelo, que le encanecía un poco, despeinado sobre
la frente. La otra mano la mantenía, del mismo modo que si
empuñase una pistola oculta, en uno de los bolsillos: fosos
enormes deformados por libros, catálogos, papeles y —también
lo supe más tarde— una petaca llena de ginebra Bols.
...
Frunció un momento el ceño, comprobando si olvidaba
algo, y después se quitó las gafas, echó aliento a los cristales y
se puso a limpiarlos con un pañuelo muy arrugado que extrajo
de los insondables bolsillos del gabán. Bajo la falsa apariencia
de fragilidad que le daba aquella prenda demasiado
grande, con sus incisivos de roedor y el aire tranquilo, Corso
era sólido como un ladrillo obstinado. Tenía unas facciones
afiladas y precisas, llenas de ángulos, enmarcando unos ojos
atentos, siempre dispuestos a expresar una ingenuidad peligrosa
para quien se dejara seducir por ella. A veces, sobre todo
cuando estaba quieto, daba la impresión de ser más desmañado
y lento de lo que era en realidad. Pertenecía a esa
clase de tipos desamparados a quienes los hombres ofrecen
tabaco, los camareros invitan a una copa extra y las mujeres
sienten deseos de adoptar en el acto. Después, cuando caías
en la cuenta de lo que estaba ocurriendo, era demasiado tarde
para echarle el guante. Galopaba en la distancia añadiendo
muescas a su navaja.
...
Corso tomaba notas. Puntilloso, desaprensivo y letal
como una mamba negra, lo definiría después uno de sus conocidos,
cuando salió el nombre a colación. Tenía un modo
singular de situarse frente a otros, de mirar a través de las gafas
torcidas y asentir despacio con cierta duda razonable y
bienintencionada; igual que una furcia al encajar, tolerante,
un soneto sobre Cupido. Como dándote oportunidad de rectificar
antes de que todo aquello fuera definitivo.
...
Guardó el bloc en el bolsillo del gabán mientras se levantaba,
colgándose al hombro la bolsa de lona. No pude
menos que detenerme a considerar su aspecto equívocamente
apacible, con aquellas gafas metálicas nunca estables sobre
la nariz. Más tarde supe que vivía solo, entre libros propios y
ajenos, y además de cazador a sueldo era experto en juegos de
simulación napoleónicos, capaz de reproducir sobre un tablero,
de memoria, el orden de batalla exacto en la víspera de
Waterloo: una historia familiar, algo extraña, que hasta mucho
después no llegué a conocer del todo. He de admitir que,
evocado así, Corso parece desprovisto del menor atractivo.
Y sin embargo, ateniéndonos al rigor con que narro esta historia,
debo precisar que en su desmañada apariencia, justo en
aquella torpeza que podía ser —ignoro cómo lo conseguía—
cáustica y desamparada, ingenua y agresiva al mismo tiempo,
acechaba eso que las mujeres llaman gancho y los hombres
simpatía. Positivo sentimiento que se esfuma cuando nos palpamos
el bolsillo para comprobar que acaban de quitarnos la
cartera.
bajo el brazo. Corso era un mercenario de la bibliofilia;
un cazador de libros por cuenta ajena. Eso incluye los dedos
sucios y el verbo fácil, buenos reflejos, paciencia y mucha suerte.
También una memoria prodigiosa, capaz de recordar en
qué rincón polvoriento de una tienda de viejo duerme ese
ejemplar por el que pagan una fortuna. Su clientela era selecta
y reducida: Los más adinerados y oscuros bibliófilos de América y Europa,
y una veintena de libreros de Nueva York, Chicago, Boston, Whashington, Los Angeles,
Londres Milán, París,Barcelona o Lausana, de los que sólo venden por catálogo, invierten
sobre seguro y nunca manejan más de medio centenar
de títulos a la vez; aristócratas del incunable para quienes pergamino
en lugar de vitela, o tres centímetros más en el margen
de página, suponen miles de dólares.
Chacales de Gutenberg,pirañas de las ferias de anticuario, sanguijuelas de almoneda,
son capaces de vender a su madre por una edición príncipe; pero
reciben a los clientes en salones con sofá de cuero, vistas a Central Park o al lago Constanza,
y nunca se manchan las manos, ni la conciencia. Para eso están los tipos como Corso.
Se descolgó del hombro una bolsa de lona y la puso en el
suelo, junto a sus zapatos Oxford sin lustrar, antes de quedarse
mirando el retrato enmarcado de Rafael Sabatini que tengo
sobre la mesa de despacho, junto a la estilográfica que utilizo
para corregir artículos y pruebas de imprenta. Eso me gustó,
pues las visitas suelen dedicarle poca atención; lo toman por
un viejo pariente. Yo acechaba su reacción y observé que sonreía
a medias al sentarse: una mueca juvenil, de conejo al cabo
de la calle; de esas que captan de inmediato la benevolencia
incondicional del público en cualquier película de dibujos
animados. Con el tiempo supe que también era capaz de sonreír
como un lobo despiadado y flaco, y que podía componer
uno u otro gesto según lo exigieran las circunstancias; pero
eso fue mucho más tarde. En aquel momento resultaba convincente,
así que resolví arriesgar un santo y seña:
—Nació con el don de la risa —cité, señalando el retrato—…
y con la sensación de que el mundo estaba loco…
Lo vi mover despacio la cabeza, con gesto lento y afirmativo,
y experimenté por él una simpatía cómplice que, a
pesar de todo cuanto ocurrió después, aún conservo. Había
sacado de alguna parte, escamoteando el paquete, un cigarrillo
sin filtro tan arrugado como su viejo gabán y sus pantalones
de pana. Le daba vueltas entre los dedos, observándome
a través de las gafas de montura de acero torcidas sobre la nariz;
con el pelo, que le encanecía un poco, despeinado sobre
la frente. La otra mano la mantenía, del mismo modo que si
empuñase una pistola oculta, en uno de los bolsillos: fosos
enormes deformados por libros, catálogos, papeles y —también
lo supe más tarde— una petaca llena de ginebra Bols.
...
Frunció un momento el ceño, comprobando si olvidaba
algo, y después se quitó las gafas, echó aliento a los cristales y
se puso a limpiarlos con un pañuelo muy arrugado que extrajo
de los insondables bolsillos del gabán. Bajo la falsa apariencia
de fragilidad que le daba aquella prenda demasiado
grande, con sus incisivos de roedor y el aire tranquilo, Corso
era sólido como un ladrillo obstinado. Tenía unas facciones
afiladas y precisas, llenas de ángulos, enmarcando unos ojos
atentos, siempre dispuestos a expresar una ingenuidad peligrosa
para quien se dejara seducir por ella. A veces, sobre todo
cuando estaba quieto, daba la impresión de ser más desmañado
y lento de lo que era en realidad. Pertenecía a esa
clase de tipos desamparados a quienes los hombres ofrecen
tabaco, los camareros invitan a una copa extra y las mujeres
sienten deseos de adoptar en el acto. Después, cuando caías
en la cuenta de lo que estaba ocurriendo, era demasiado tarde
para echarle el guante. Galopaba en la distancia añadiendo
muescas a su navaja.
...
Corso tomaba notas. Puntilloso, desaprensivo y letal
como una mamba negra, lo definiría después uno de sus conocidos,
cuando salió el nombre a colación. Tenía un modo
singular de situarse frente a otros, de mirar a través de las gafas
torcidas y asentir despacio con cierta duda razonable y
bienintencionada; igual que una furcia al encajar, tolerante,
un soneto sobre Cupido. Como dándote oportunidad de rectificar
antes de que todo aquello fuera definitivo.
...
Guardó el bloc en el bolsillo del gabán mientras se levantaba,
colgándose al hombro la bolsa de lona. No pude
menos que detenerme a considerar su aspecto equívocamente
apacible, con aquellas gafas metálicas nunca estables sobre
la nariz. Más tarde supe que vivía solo, entre libros propios y
ajenos, y además de cazador a sueldo era experto en juegos de
simulación napoleónicos, capaz de reproducir sobre un tablero,
de memoria, el orden de batalla exacto en la víspera de
Waterloo: una historia familiar, algo extraña, que hasta mucho
después no llegué a conocer del todo. He de admitir que,
evocado así, Corso parece desprovisto del menor atractivo.
Y sin embargo, ateniéndonos al rigor con que narro esta historia,
debo precisar que en su desmañada apariencia, justo en
aquella torpeza que podía ser —ignoro cómo lo conseguía—
cáustica y desamparada, ingenua y agresiva al mismo tiempo,
acechaba eso que las mujeres llaman gancho y los hombres
simpatía. Positivo sentimiento que se esfuma cuando nos palpamos
el bolsillo para comprobar que acaban de quitarnos la
cartera.
Siempre me ha fascinado este personaje, eterno perdedor que siempre gana. Confío en que le crees una historia a la altura de sus capacidades.
Nos leemos!
Damobra- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 16/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Esta noche paso todo, lo prometo
Tanis- Mensajes : 259
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Lo prometido es deuda.
Soy la hermana Clarise. Tengo 20 años y me crié en un convento desde que fui abandonada a sus puertas siendo una niña. Mi padre dejó una nota en la que decía que no podía atenderme y que cuidaran mucho de mí, ya que mi madre, según él, había muerto con una locura repentina y tenía miedo de que a mí en el futuro me pasara lo mismo. Por eso me dejaba al cuidado de las hermanas del convento de Santa María para que cuidaran de mí.
(Clérigo: Buscar Libros, Contabilidad, Escuchar, Historia, Otra Lengua, Persuasión, Psicología, Ciencias Ocultas.)
Puestos nombres, origen, profesión y elegida habilidad. dejo a Maska el resto de la ficha. Gracias.
Soy la hermana Clarise. Tengo 20 años y me crié en un convento desde que fui abandonada a sus puertas siendo una niña. Mi padre dejó una nota en la que decía que no podía atenderme y que cuidaran mucho de mí, ya que mi madre, según él, había muerto con una locura repentina y tenía miedo de que a mí en el futuro me pasara lo mismo. Por eso me dejaba al cuidado de las hermanas del convento de Santa María para que cuidaran de mí.
(Clérigo: Buscar Libros, Contabilidad, Escuchar, Historia, Otra Lengua, Persuasión, Psicología, Ciencias Ocultas.)
Puestos nombres, origen, profesión y elegida habilidad. dejo a Maska el resto de la ficha. Gracias.
Tanis- Mensajes : 259
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Amos Tahza
Trotamundos. Charlatan por excelencia, ha estado en todos los ajos y por ahora ha salido con vida, ha vendido de todo, embaucado, sobornado y huído cual comadreja. Superviviente nato toma las oportunidades cuando se le presentan, aunque la curiosidad puede con él y le lleva por caminos que no tomaría normalmente.
Su edad? no la recuerda, pero andará cercana a los 40. Como habilidad adicional, toma la que quieras entre (arma corta, parapsicología, cerrajería).
(Iba a hacerme otro personaje, pero vi la foto y me enamoré)...
Trotamundos. Charlatan por excelencia, ha estado en todos los ajos y por ahora ha salido con vida, ha vendido de todo, embaucado, sobornado y huído cual comadreja. Superviviente nato toma las oportunidades cuando se le presentan, aunque la curiosidad puede con él y le lleva por caminos que no tomaría normalmente.
Su edad? no la recuerda, pero andará cercana a los 40. Como habilidad adicional, toma la que quieras entre (arma corta, parapsicología, cerrajería).
(Iba a hacerme otro personaje, pero vi la foto y me enamoré)...
benigno- Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 21/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Por cierto, Maska, el hilo de la partida esta cerrado. ¿Dónde ponemos la historia del Sr. Robinson?
Y hola, Benigno. Un abrazo a todos/as.
Y hola, Benigno. Un abrazo a todos/as.
Tanis- Mensajes : 259
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Eso iba yo a decir. Pásese usted por la sala que está unas cuantas posiciones más arriba y salude en el Hilo Oficial de Saludos y Bienvenidas ;)
L0cC0- Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 12/04/2010
Localización : Zaragoza
Re: Partida de Cthulhu
Hilo abierto.Tanis escribió:Por cierto, Maska, el hilo de la partida esta cerrado. ¿Dónde ponemos la historia del Sr. Robinson?
Me pongo con las dos últimas fichas, que son las últimas, y empezaremos ya (o en breves, dependiendo del mal que dé mi crio, que está pachucho).
Maska- Mensajes : 289
Fecha de inscripción : 13/04/2010
Re: Partida de Cthulhu
Este fin de semana preveo poco acercamiento al ordenador. Aviso que probablemente hasta el lunes no me pueda poner en serio con esto (sacar cinco minutos para hacer recuento de votos en Mafia no cuenta, que para escribir en la partida de rol hace falta bastante más rato :P).
L0cC0- Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 12/04/2010
Localización : Zaragoza
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